El pasado 24 de febrero fue un día de condiciones meteorológicas muy buenas, uno de esos días que la temperatura agradable de toda la jornada nos recuerda el fin del invierno. Alo largo de la mañana se pudo escuchar el trompeteo de grullas y ver las formaciones en “v” surcando el cielo, esto quería decir que las grullas ya daban por terminado el invierno, y se disponían a realizar el viaje de vuelta al norte de Europa, donde se establecerán en sus zonas de cría para acondicionar los nidos.
Este movimiento de aves hacia pensar que la actividad que habría en la Laguna de Gallocanta seria un espectáculo, y lo pudimos comprobar todos aquellos que nos acercamos a ver la entrada de grullas a dormir a la Laguna. Fue una entrada espectacular que dejaba intuir que tantas grullas como se habían visto marchar durante todo el día habían tenido que llegar a la laguna procedentes del sur de España.
Mas tarde, el personal del Departamento de Medio Ambiente, encargado de realizar los censos, emocionados por las cifras, dieron a conocer que habían contabilizado 63.356 grullas a primeras horas de la mañana, las cuales iniciaron su viaje de vuelta al medio día dejando casi desierta la laguna. Este sitio pronto fue ocupado por los 56.533 individuos que fueron contabilizados cuando entraban a pernoctar ala lámina de agua. Estas cifras hacen un total de 114.729 grullas que ocuparon la laguna en un mismo día, convirtiendo este censo en el más alto registrado en la reserva desde los años 70 que se empezaron a llevar a cabo estas técnicas de seguimiento de las aves.
Con este censo se consolida la Reserva Natural Dirigida de la Laguna de Gallocanta como enclave principal de estas aves en España, estimando que el 90% de las grullas invernantes en la península ibérica pasaron por esta laguna en una misma jornada.
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