miércoles, 7 de marzo de 2012

TROMPETEOS DE DESPEDIDA.


Ya son pocas las que quedan en nuestra laguna, y muchos miles las que han sobrevolado nuestras cabezas. Un año mas las grullas nos abandonan, nos pasan volando con formaciones en “V” de cientos de individuos. Otro año mas el ciclo anual de las grullas deja Gallocanta triste y tranquila, los últimos trompeteos, y los últimos atardeceres bulliciosos nos dan pasó al buen tiempo, a otras especies estivales y reproductoras, a otro paisaje y a otra riqueza ornitológica.
Ya han pasado casi cinco meses desde que los primeros trompeteos de estas elegantes aves, llegaban a Gallocanta anunciando el frio invierno, ahora, después de que unos cuantos miles de ejemplares hayan pasado el invierno en la laguna, y que otros millares lo hayan echo por dehesas y arrozales extremeños, marismas andaluzas o castellanas, o incluso hayan podido cruzar el estrecho. Les toca volver a sus lugares de cría, países mas frescos, mas al norte, países como Alemania, Noruega, Suecia, Polonia… donde las parejas de adultos se instalaran en su territorio y acondicionaran el nido, donde pondrán e incubaran los dos huevos, y donde verán nacer a sus dos pollos amarillentos de largas patas. Países donde crecerán los pollos, donde algunos de ellos serán anillados, y quizás los podamos ver algún día en nuestras tierras aragonesas.
Pollos que crecerán y se desarrollaran rápidamente, pollos que en pocos meses tienen que estar vestidos con su traje de plumas para emprender su largo viaje, viaje que en otoño nos volverá a traer unos trompeteos altos que nos harán mirar al cielo, donde con alegría, volveremos a buscar esa formación digna de un equipo ciclista, que en estos días vemos en sentido contrario.



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