miércoles, 26 de septiembre de 2012

MONCAYO: SENDEREO DE LOS OFICIOS DE LITUENIGO.


 Tras varias semanas sin actualizar el blog por distintos motivos vuelvo a enganchar con la última temática que ocupaba las últimas entradas publicadas, hablo otra vez del parque natural del Moncayo, probablemente la mejor joya naturalmente hablando  de la provincia de Zaragoza.
Esta vez os presento una ruta muy corta y muy sencilla, pero a la vez muy atractiva y con un gran potencial didáctico. Se trata del sendero de los oficios que se encuentra en el pequeño municipio de Lituénigo.
Este recorrido, se trata de una ruta auto guiada que nos permitirá conocer y aprender como vivían, y a que se dedicaban las gentes de estos territorios para conseguir su sustento.
La ruta comienza en la plaza de la iglesia con un panel informativo sobre el propio recorrido, de aproximadamente una hora de duración, saliendo después por el camino de San Martín, para alcanzar El Plano y volver al casco urbano de Lituénigo por la Solana.
Todo el recorrido esta señalado con unos postes que nos indican el numero de parada que es, junto con la temática de la misma, la primera parada que nos encontraremos en nuestro recorrido son los corrales situados en las afueras del pueblo, muy cercanos a estos encontramos los huertos que son el motivo de la segunda parada.
Las siguientes paradas son los muros de piedra construidos para sujetar el suelo y además ampliar la superficie de terreno cultivable, y las acequias, construcciones que nos permiten guiar y distribuir el agua hacia los huertos y parcelas cultivadas.
En la siguiente parada cambia el paisaje, nos adentramos en el monte, es decir en el secano, dejamos atrás las huertas, la acequias y la vegetación ripiaría, para pasar a las carrascas, las aliagas y los tomillos, y aquí, entre las aromáticas tenemos nuestra parada numero cinco, las abejeras, o lo que llamamos en nuestra zona colmenares.
Muy próximo tenemos el punto siguiente, que es el mirador de la carrasca, dicho mirador se encuentra bajo el porte de una majestuosa carrasca centenaria, que resiste al borde de los campos de cultivo con unas impresionantes vistas de la sierra del Moncayo, sin duda un sitio digno de sentarnos bajo la sombra de la centenaria para disfrutar del silencio y la tranquilidad que el lugar desprende mientras observamos el Moncayo ante nuestra mirada.
Las dos siguientes paradas van dedicadas a dos oficios muy representativos de la zona, los leñadores y los pastores con el abrevadero correspondiente.
Y ya volviendo a adentrarnos en el pueblo terminamos la ruta con las bodegas que escavadas en la ladera de la solana dieron lugar a la fabricación de vino para los habitantes de Lituenigo.