Hoy os dejo la crónica y el recorrido de una ruta algo más
lejos de casa, en este caso una ruta pirenaica con el Ibón de Bernatuara como
destino final, que hicimos el pasado 23 de abril.
La mañana era buena, soleada y despejada, vamos en coche
hasta el parkin del refugio de San Nicolas de Bujaruelo (1338 m), para llegar
allí hemos ido dirección Torla, tomando la A-135 hacia el norte, en dirección
al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y recorriendo dos kilómetros hasta
llegar al Puente de los Navarros, desde donde parte la pista de 6 km que lleva
hasta el refugio.
Con la mochila a la espalda cruzamos el puente medieval y
comenzamos a ascender desde el minuto uno, al principio seguimos el sendero que
nos indica el puerto de Bujaruelo, tras unos 40 minutos de subida dejamos ese
sendero para tomar un desvió a la izquierda, lo veremos indicado en una piedra
y siempre tendremos una pilona de la luz de referencia, a estas alturas ya
estamos a más de 1.500 m.
Seguimos el curso del barranco de Lapazosa hasta encontrar
un puente metálico por donde los cruzamos para atravesar un pequeño hayedo que
nos dejara al lado del refugio de la Plana de Sandaruelo (1.680 m).
A partir de aquí la pendiente se acentúa y ya se empieza a
adivinar la ubicación del Ibón, nos encontramos ante los picos Bernatuara y
Crapera.
La subida se va notando pero merece la pena parar y darse la
vuelta, las vistas son buenísimas y la falta de gente en la ruta se agradece,
solamente nos encontramos a una pareja en todo el recorrido.
Poco a poco vamos ganando altura y acercándonos a nuestro
objetivo, hay momentos en los que la senda se ramifica en multitud de caminos,
pero al final todos se vuelven a unir, no hay problema.
Cruzamos una y otra vez los arroyos que descienden rápidos y
fríos fruto del deshielo, de la llegada de la primavera, de la bienvenida del
buen tiempo y el sol, bienvenida que le dan las marmotas con una gran actividad
por las praderas que ya muestran sus primeros colores florales.
Nosotros seguimos ruta, antes de llegar al ibón y una vez
ganado ya el desnivel, la senda gira hacia la derecha a curva de nivel, en este
caso haciéndonos atravesar los últimos resquicios del invierno que se almacenan
en forma de nevero sobre el canchal de piedras que recorreremos hasta que
finalmente asomándonos desde lo alto, y tras dos horas de ascenso, aparezca el
impresionante y solitario Ibón de Bernatuara (2.335 m).
En este caso todavía
congelado, lo que nos ofrece una estampa impresionante y muy bonita de la
cuenca del ibón y tras él, el valle de Otal por donde podríamos llegar hasta
los baños de Panticosa siguiendo el GR 11.
Pero eso no es para nosotros, o al menos para esta vez, asi
que reponemos fuerzas con un buen almuerzo y vuelta por donde hemos venido,
otras dos horas de bajada, en estos desniveles ya se sabe, la bajada cuesta
tanto como la subida.
Asi que tras cuatro horas de ruta volvemos a cruzar el
puente medieval para llegar al coche, donde con una buena jarra de cerveza
helada damos por terminada esta ruta con un total de 10 km recorridos y mil
metros de desnivel, un lujo de ruta, de paisaje y de compañía
Un día perfecto ;)
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